
La semana pasada, en el Reino Unido, algunas personas han estado contando su historia y otras les han contado sus historias a estos, o al mundo en general. Luego, los medios de comunicación han agregado sus historias a la historia. Naturalmente, la historia de todos y cada uno de ellos es la verdadera.
Como observamos tan a menudo, si alguien va en contra de nuestras historias, empiezan a aparecer chispas, la gente se enoja, aumenta la sensación de una justa indignación y ataques. Naturalmente, como todo cuentacuentos nos encantan nuestras historias. Sin embargo, llegar a alguna conclusión sobre lo que percibimos como la verdad, cuando podemos «ver» tan poco de lo que realmente está sucediendo en el panorama general, parece ser una receta para las luchas y, en última instancia, los desastres. Esta realidad está formada por todas nuestras historias, es lo último de nuestra experiencia colectiva humana; este es el producto de miles de años de educación y comprensión. Es en ese momento cuando nuestra voluntad de vivir probablemente nos abandonará.
Imaginemos por un momento que la historia de todos es la verdad y, naturalmente, cada historia tiene el mismo valor que la de los demás. Así que ahora, mientras dejas que eso haga su camino por un momento, conecta con en esa imagen y, mientras lo haces, acepta que es la realidad. Debe haber algo mucho mejor y más grande que esto, pero tenemos que aprender a percibirlo y empezar renunciando a nuestras historias. No pueden ser la verdad porque si lo fueran, estaríamos yendo hacia un camino de mierda sin remo.
Eso nos lleva al segundo punto relacionado, la desventaja de nuestra narración de historias: nuestros puntos ciegos. Susie y yo reconocemos que uno de los aspectos más importantes de nuestra relación es señalar los puntos ciegos del otro. Por supuesto, la mayoría de nosotros no somos conscientes de nuestros puntos ciegos, por lo que no es fácil escucharlos cuando salen a la luz. Todos pensamos que tenemos todo cubierto y nuestro mundo es un libro abierto, pero cuando tomamos en cuenta nuestra falta de percepción, sería seguro asumir que nuestros puntos ciegos superan en número a cualquier otro punto que podamos tener. También sería seguro asumir que en cualquier momento estamos en reacción a cosas que suceden en nuestras vidas, entonces eso es el resultado de un gran punto ciego.
Muchos sugieren que el mayor problema para la humanidad en este momento es nuestra falta de grado conciencia, nuestra falta de conciencia, que básicamente equivale a nuestros puntos ciegos colectivos. Entendemos que a veces es difícil o incómodo contar a los demás sus puntos ciegos, pero es un acto de amistad con compasión sugerir los posibles puntos ciegos a otras personas. Por lo general, es aconsejable primero asegurarse de tener una buena actitud hacia sus propios puntos ciegos y estar realmente dispuesto a dejarse llevar por lo que podría ocurrir inconscientemente. También es importante no proponer ninguna corrección o consejo, que puede venir acompañado por una actitud de superioridad. Los puntos ciegos no son algo de lo que sentirse culpable, sino algo de lo que aprender y luego crecer en madurez, sabiduría y conciencia.
Hoy, considera los beneficios de agregar esto a tu caja de herramientas para mejorar relaciones. Tómate el tiempo para sentarse juntos y compartir los puntos ciegos del otro, recordando que si reacciona a lo que dice su pareja, entonces ciertamente tiene ese punto ciego.
Con amor,
Jeff and Sue Allen
